Uno de los mayores desafíos que enfrentan los profesionales de RRHH y los reclutadores es la búsqueda del "candidato perfecto". Este fenómeno, conocido como el "Síndrome del Candidato Unicornio", ocurre cuando las expectativas de contratación son tan elevadas que encontrar a la persona ideal parece una misión imposible.
Pero la realidad es clara: el candidato perfecto, como el unicornio, no existe.
Y es que intentar encontrar a alguien que cumpla con todos los requisitos de experiencia, habilidades, compatibilidad cultural, y que además sea flexible y de rápida adaptación, a menudo resulta en procesos de selección más largos, costosos y frustrantes.
Aquí analizaremos cómo evitar caer en este síndrome y qué estrategias puedes implementar para encontrar el talento adecuado sin esperar la perfección.
El primer paso para evitar el síndrome del candidato unicornio es revisar detenidamente la descripción del puesto y sus requisitos.
Es común que, en un intento por cubrir todas las posibles necesidades del cliente, ya sea interno o externo, las ofertas de empleo incluyan una lista interminable de cualidades y habilidades.
Sin embargo, es importante distinguir entre lo que es esencial y lo que sería deseable en un candidato.
Prioriza habilidades clave: En lugar de buscar un candidato que cumpla con todos los puntos, enfócate en las habilidades fundamentales para el puesto. ¿Qué competencias no pueden faltar? Por ejemplo, para un rol técnico, quizá la capacidad de aprender nuevas tecnologías sea más importante que el dominio absoluto de una herramienta específica.
Flexibiliza los criterios: Es posible que algunas cualidades o competencias se puedan desarrollar dentro de la empresa. Si un candidato cumple con los requisitos esenciales pero carece de una habilidad específica, piensa si esa habilidad se puede aprender con el tiempo.
Una de las mejores formas de superar el deseo del "candidato perfecto" es centrarse en la formación y el desarrollo. No todos los candidatos llegarán con todo el paquete completo, pero si inviertes en programas de capacitación interna, puedes convertir a un buen candidato en el empleado que necesitas.
Desarrollo profesional continuo: Implementa programas de formación que permitan a los empleados crecer dentro de la empresa. Esto no solo ayuda a cubrir las brechas de habilidades, sino que también contribuye a mejorar la retención de talento.
Mentoría y tutorías: Asigna mentores experimentados a los nuevos empleados para acelerar su curva de aprendizaje y fomentar una cultura de desarrollo compartido.
En lugar de concentrarte únicamente en las credenciales de un candidato o su experiencia exacta, busca el potencial de crecimiento.
Un candidato que esté motivado, sea adaptable y tenga ganas de aprender puede superar en resultados a alguien que ya tiene la experiencia, pero carece de motivación.
Habilidades transferibles: No subestimes el valor de las habilidades transferibles. Un candidato con experiencia en otro sector o función es muy probable que pueda aportar nuevas perspectivas y adaptarse rápidamente si tiene las competencias necesarias, como habilidades de resolución de problemas o pensamiento crítico.
Evaluación por competencias: Implementa un proceso de selección basado en competencias que te permita identificar si el candidato tiene la capacidad de desarrollarse en el rol, en lugar de buscar una coincidencia exacta con los requisitos del puesto.
A menudo, la búsqueda del "candidato unicornio" también se refleja en procesos de selección demasiado complicados o prolongados.
Cuantos más pasos y evaluaciones incluyas, más alta será la expectativa y más difícil será tomar una decisión.
Lo cierto es que un proceso de selección largo acaba con la pérdida de buenos candidatos, quienes podrían aceptar otras ofertas mientras tú sigues buscando la perfección.
Optimiza las entrevistas: Limita la cantidad de entrevistas necesarias para tomar una decisión. Como recomendación, tres entrevistas suelen ser suficientes para evaluar si un candidato es adecuado para el puesto.
Ajusta las evaluaciones: Evalúa si todas las pruebas o tests que usas son realmente necesarios. Demasiadas evaluaciones pueden sobrecargar el proceso y no siempre añaden valor.
El mercado laboral es competitivo y, a veces, simplemente no encontrarás a un candidato que cumpla con todas tus expectativas. Por eso, es fundamental ajustar las expectativas a la realidad y ser consciente de que otros empleadores también están buscando el mismo tipo de talento.
Así, en lugar de alargar el proceso esperando al "candidato unicornio", prueba a comprometerte con buenos candidatos que cumplan con lo esencial.
Velocidad en la contratación: El mejor talento no espera. Si encuentras a alguien que cumple con el 70% de lo que necesitas y muestra potencial, es recomendable actuar rápidamente para evitar perderlo frente a la competencia.
La búsqueda de la perfección suele limitarse a candidatos que encajan en un perfil muy específico, lo que restringe la diversidad en la empresa. Si buscas al "candidato unicornio", puedes estar dejando pasar candidatos altamente cualificados que simplemente no encajan en ese molde predefinido.
Amplía tu definición de "ideal": Abraza la diversidad de antecedentes, experiencias y estilos de trabajo. Un equipo diverso suele ser más innovador y adaptable, lo que beneficiará a largo plazo a tu organización.
Incluye diferentes perspectivas en la selección: Involucra a varios miembros del equipo en el proceso de selección para tener opiniones diversas sobre los candidatos y evitar prejuicios basados en ideas preconcebidas de lo que debería ser el candidato "perfecto".
Buscar al candidato perfecto puede parecer una estrategia inteligente, pero en la práctica, cuesta tiempo, dinero y oportunidades perdidas.
Siguiendo los consejos anteriores, podrás atraer talento valioso sin caer en la trampa del "Síndrome del Candidato Unicornio".
Y es que lo que realmente importa es encontrar a alguien que pueda crecer con tu organización.
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